Respecto al envenenamiento del exagente doble ruso Serguéi Skripal, las autoridades británicas no cumplieron sus obligaciones internacionales en una serie de convenciones, mientras que el secretismo que rodea al caso sugiere que Londres tendría algo que ocultar, expresó el representante permanente de Rusia en la UE, Vladímir Chizhov.
Según indicó el oficial, "ellos hablan de la trasparencia y la esperan de nosotros, pero al mismo tiempo mantienen todo en secreto, al igual que mantuvieron en secreto otras investigaciones de muertes misteriosas de personas procedentes de Rusia en territorio del Reino Unido".
Chizhov observó que en el incidente de Skripal, en primer lugar, Londres "incumplió sus obligaciones bajo la Convención sobre Armas Químicas". En segundo lugar, "incumplió sus obligaciones bajo la convención consular bilateral ruso-británica al no dar acceso a una de las víctimas, Yulia Skripal, que es ciudadana rusa".
Además, según él, las autoridades británicas no proporcionaron información sobre la reciente muerte del empresario ruso Glushkov en Londres. "¿Con qué se explica? Probablemente, tienen algo que ocultar", sugirió.
Londres quiere desviar la atención del Brexit
Asimismo, el representante permanente de Rusia en la UE agregó que el escándalo en torno al envenenamiento de Skripal podría ser causado por el deseo de Londres de desviar la atención de los problemas en su política exterior, en particular, los relacionados con el Brexit.
Comentando los motivos que podrían estar detrás de esta línea de comportamiento, Chizhov señaló que "se podría explicar con una serie de factores políticos: el Gobierno británico recientemente ha experimentado considerables dificultades en las negociaciones con la UE sobre el Brexit".
El político citó otros problemas de la política exterior del Reino Unido, incluidos los aranceles introducidos por la Administración estadounidense para el acero y el aluminio, o las demandas de Donald Trump para cambiar el acuerdo nuclear iraní. "Ha habido muchos problemas, y al parecer lo que faltaba ―si se guía por la tradiciones clásicas británicas― es un buen escándalo de espionaje anticuado. Y ha aparecido", resumió.
• El 4 de marzo de 2018, Serguéi Skripal, exagente doble de inteligencia, y su hija Yulia fueron envenenados con un agente nervioso en la ciudad británica de Salisbury.
• El 12 de marzo, Theresa May afirmó que era "muy probable que Rusia fuera responsable" del envenenamiento, en el que se utilizó "un agente neurotóxico de uso militar producido en Rusia" llamado Novichok. La primera ministra dio a Moscú un ultimátum de 36 horas exigiendo explicaciones.
• A continuación, Londres convocó una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU para el 14 de marzo, donde bloqueó el proyecto ruso para investigar el caso Skripal a nivel internacional.
• Por su parte, Rusia aseguró en repetidas ocasiones que no tiene "nada que ver" con el ataque y solicitó acceso a la investigación.
• Moscú no proporcionó la información exigida debido a que no había obtenido ninguna muestra del agente neurotóxico con el que se atacó a Skripal.
• Ese mismo 14 de marzo, Londres declaró a Rusia como "culpable" del incidente y decidió expulsar a 23 diplomáticos rusos de su territorio.
• En respuesta, el 17 de marzo Moscú expulsó a 23 diplomáticos británicos e inició su propia investigación del caso.