España critica que EE.UU. actúa en Venezuela "como un cowboy" en lugar de buscar "una solución pacífica"

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha criticado este miércoles la actitud de EE.UU. en relación a Venezuela, señalando que se comporta "como el cowboy del oeste, diciendo 'miren que desenfundo'", en lugar de trabajar a favor de "una solución pacífica, negociada y democrática".

En una entrevista concedida a la televisión pública de España, Borrell ha reconocido que el grupo internacional de contacto (GIC) articulado para contribuir a la solución de la crisis venezolana "no está en la misma longitud de onda" que las autoridades estadounidenses.

El jefe de la diplomacia española ha explicado además que el GIC, en su reunión el martes en Costa Rica, acordó ofrecer el envío de una misión política con el fin de "hacer contacto entre oposición y gobierno", bajo el convencimiento de que la única solución son unas elecciones. "Seguiremos rechazando las presiones que bordean intervenciones militares", insistió el ministro Español.

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Intento de golpe militar: "Una obviedad que nadie puede negar"

Borrell ha reconocido que el llamamiento efectuado la pasada semana por el líder opositor Juan Guaidó fue "un intento de golpe militar", lo cual considera a su vez "una obviedad que nadie puede negar". Sin embargo, el ministro español matizó que el objetivo de esa operación era contra un Gobierno al que "la UE y España no reconocen legitimidad", al haber surgido, desde su punto de vista, de unas elecciones que no considera "libres ni justas".

Sobre el reconocimiento de España a Guaidó como presidente legítimo, Borrell explicó la decisión de Madrid como una "consecuencia lógica" de no reconocer el nuevo mandato de Maduro. A ese respecto insistió además en que ningún portavoz de su ministerio ha reconocido ante el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que fuese un error reconocer a Guaidó, tal como afirmó Iglesias la semana pasada.

El ministro ha señalado que, en la medida en que Guaidó no ha logrado hacerse con el control de la Administración ni de las Fuerzas Armadas, sigue habiendo un "gobierno de facto". "En política internacional los gobiernos de facto cuentan", ha afirmado Borrell, señalando la necesidad de trabajar "con hechos" y justificando el mantenimiento de la relación con el Gobierno de Maduro –y con su embajador en Madrid– por la gran cantidad de españoles que viven en Venezuela y por la presencia de empresas en el país caribeño.

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