Capturan a tres sospechosos del robo de 1.000 millones de dólares en joyas en Alemania y los vinculan a un poderoso clan criminal
La Policía de Berlín arrestó este martes a tres sospechosos del robo del museo la Bóveda Verde, en la ciudad de Dresde, en el que fueron sustraídas joyas por un valor de hasta 1.000 millones de euros (unos 1.100 millones de dólares). Perpetrado el año pasado, es considerado como uno de los mayores robos de joyas desde la Segunda Guerra Mundial, tanto en términos materiales como por el incalculable valor histórico de las obras sustraídas.
De acuerdo con el diario Der Tagesspiegel, los delincuentes, dos de 23 años y uno de 26, fueron identificados como ciudadanos alemanes y resultaron capturados en una redada policial a gran escala en la que participaron más de 1.600 oficiales y miembros de las fuerzas especiales de todo el país. En el operativo se allanaron 20 apartamentos en la capital alemana, dos cocheras, una cafetería y varios vehículos, pero no se encontraron rastros de los tesoros robados.
Auch unser #SEK unterstützt den Einsatz der @PolizeiSachsen hier in #Berlin. Wir wünschen allen Einsatzkräften viel Erfolg und einen reibungslosen Verlauf👍^tsm https://t.co/JsFdNQAacC
— Polizei Berlin (@polizeiberlin) November 17, 2020
Sin embargo, varias de las propiedades registradas han sido vinculadas al clan Remmo, una familia de origen árabe que se dedica al crimen organizado y a la que se atribuyen numerosos atracos de alto perfil. Un portavoz de la Policía, citado por el medio, asegura que los arrestados probablemente pertenecen a este círculo criminal, muy bien conocido en Berlín y que siempre ha estado en la mira de las autoridades.
La Fiscalía ordenó que los tres sospechosos permanecieran bajo custodia en espera del resultado de una investigación por sospecha de robo e incendio. Entretanto, las autoridades continúan trabajando para dar con el paradero de dos miembros más de la familia, Abdul Majed Remmo y Mohamed Remmo, ambos de 21 años. "La persecución es internacional", subrayó el portavoz.
El clan Remmo
Una larga lista de crímenes ha llevado a que numerosos miembros de la familia Remmo fueran encarcelados y algunas de sus propiedades terminaran confiscadas. No obstante, su crímenes no se han detenido.
En febrero pasado, varias personas relacionadas con la organización fueron condenadas por el caso de la desaparición de una moneda de oro de un millón de dólares del museo Bode de Berlín en 2017. La pieza, de 53 centímetros de diámetro y 100 kilogramos de peso, es considerada una de las monedas más grandes del planeta y nunca fue recuperada. Los investigadores sospechan que fue fundida y vendida.
El año pasado, la Policía incautó 77 propiedades asociadas a los Remmo por un valor total de 9,3 millones de euros (unos 11 millones de dólares), que se cree fueron compradas con el producto de varios delitos, entre ellos el atraco a un banco en 2014. Asimismo, la banda criminal estaría involucrada en el asalto a una oficina de aduanas alemana este mes, en el cual se llevaron 6,5 millones de euros en efectivo (alrededor de 7,7 millones de dólares), según France 24.
Ahora, los Remmo están nuevamente bajo sospecha por la incursión a la Bóveda Verde. Además de ciertas similitudes en el 'modus operandi' entre el robo al museo Bode y este último, los investigadores consiguieron importantes huellas en la escena del crimen y, basándose en las grabaciones de las cámaras de vigilancia y avanzada tecnología, lograron vincular a los arrestados esta semana con el robo de Dresde. Asimismo, se obtuvo más información sobre el vehículo de escape: un Mercedes 500 que fue modificado para que pareciera un taxi, recoge el diario Berliner Morgenpost.
Un golpe rápido y certero
El audaz golpe delictivo a la Bóveda Verde se produjo en la madrugada del 25 de noviembre de 2019. Los ladrones provocaron un corte de energía parcial en las instalaciones del museo y luego de acceder por una ventana usaron un hacha para romper el vidrio de seguridad de las cajas que contenían una invaluable colección de joyas y obras de arte del siglo XVIII; entre ellas, se encontraba el 'gran diamante Blanco de Sajonia', una piedra de 49 quilates, evaluada en no menos de 12 millones de dólares, que quizás sea el objeto de mayor valor tanto histórico como económico de todos los que se llevaron.
Algunos expertos en arte temen que las joyas podrían desaparecer para siempre, advirtiendo de que los ladrones retirarán las piedras preciosas para venderlas por separado, destruyendo de tal modo piezas de incalculable valor.