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Carlos Slim, cuya empresa construyó parte de la línea 12 del metro de Ciudad de México, ofrece su compañía para rehabilitar el tramo que colapsó
El empresario hizo hincapié en que la construcción no tiene vicios ocultos.
El empresario Carlos Slim ha calificado de desgracia el accidente sucedido en la línea 12 del metro de Ciudad de México, que colapsó el pasado 3 de mayo y dejó al menos 26 muertos y 79 heridos.
Slim realizó declaraciones a los medios de comunicación a su salida de una reunión con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio Nacional, en la que ofreció que sea su empresa la que rehabilite el tramo que construyó de esta infraestructura. "Lo que le planteé es que, independientemente de todo, nuestro interés en rehabilitar a la brevedad el tramo que hicimos (…). Es importante para que la gente lo pueda seguir usando", dijo.
El empresario defendió que la construcción de la línea 12 no tiene vicios ocultos, argumentando que había resistido sismos de más de seis grados de intensidad. Afirmó estar convencido de que la obra realizada por su empresa no tiene ningún problema de origen, como demuestra que haya sido utilizada por 400.000 personas al día y 144 millones al año, según su opinión.
"Hay que investigar qué es lo que pasó, para que después de 10 años ocurriera esto… Sí, es una desgracia, pero lo que le digo es que estamos convencidos de que en su origen no tuvo ningún problema", remarcó Slim.
Una tragedia bajo investigación
Al día siguiente de la tragedia la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, anunció un peritaje externo para conocer las causas del accidente, mientras que la Fiscalía inició una investigación por homicidio culposo y daño a la propiedad.
Desde el principio se manejó la hipótesis de que hubiera una falla en las estructuras metálicas de la instalación. Además, desde hacía años, usuarios y empleados denunciaban daños evidentes en la construcción. La inversión de la obra duplicó su presupuesto inicial, llegando a costar más de 26.000 millones de pesos (unos 1.300 millones de dólares), y las sospechas de irregularidades fueron permanentes.
Meses después de su inauguración comenzaron a cerrarse tramos de manera temporal ante las deficiencias detectadas, y en 2015 la Asamblea Legislativa del Distrito Federal concluyó que se habían cometido delitos de pagos indebidos, uso indebido del ejercicio público y ejercicio indebido de atribuciones. Además, desde 2008 la Auditoría Superior de la Federación documentó que "los estudios de ingeniería básica tuvieron deficiencias".
En la actualidad la firma noruega DKV está llevando a cabo un peritaje externo para determinar los motivos del accidente. El primer informe preliminar detectó deficiencias en el proceso de construcción. Los siguientes estudios preliminares se presentarán el 14 de julio y el 30 de agosto.
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