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Un príncipe saudita intenta sobornar a Rusia para que cambie su postura sobre Siria
Arabia Saudita ha intentado sobornar a Rusia para que varíe su postura sobre la guerra en Siria, según fuentes anónimas de la oposición siria citadas por Reuters.
Durante su encuentro con el presidente ruso, Vladímir Putin, a finales de julio, el jefe de la inteligencia saudita, el príncipe Bandar bin Sultan, ofreció a Moscú incentivos económicos, entre ellos un gran acuerdo armamentístico y la promesa de no competir con las ventas de gas ruso en Europa. Representantes de la oposición siria señalaron a Reuters que el príncipe estaba dispuesto a comprar armamento ruso por un total de 15.000 millones de dólares.
A cambio, Bin Sultan pidió a Rusia que cambie su actitud respecto a la guerra civil en Siria y que deje de bloquear las resoluciones sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU.
De momento estas informaciones no han sido comentadas oficialmente por ninguna de las partes involucradas en el asunto. Sin embargo, un diplomático occidental sugirió que es poco probable que la cancillería rusa acepte semejante pacto.
Desde el inicio de los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales en Siria, Moscú adoptó una política de no intervención en los asuntos internos del país. Condena todo tipo de violencia pero al mismo tiempo otorga al pueblo sirio el derecho a decidir su destino.
Además, Rusia está en contra del apoyo unilateral que reciben los rebeldes desde el extranjero, en concreto de países como Arabia Saudita, Turquía, EE.UU. y algunas potencias europeas. Uno de los problemas es que esto puede favorecer a los islamistas y terroristas de Al Qaeda, cada vez más presentes en la subversión siria.
Esa iniciativa de Arabia Saudita demuestra indirectamente que "los terroristas dentro de Siria están perdiendo", por lo que Riad "tiene que buscar alguna salida alternativa para no ver reducida su influencia" en el conflicto sirio y en la región en general, considera el analista internacional Fernando Bazán. Una de las opciones es "negociar de alguna manera con Rusia", concluye.
A cambio, Bin Sultan pidió a Rusia que cambie su actitud respecto a la guerra civil en Siria y que deje de bloquear las resoluciones sobre Siria en el Consejo de Seguridad de la ONU.
De momento estas informaciones no han sido comentadas oficialmente por ninguna de las partes involucradas en el asunto. Sin embargo, un diplomático occidental sugirió que es poco probable que la cancillería rusa acepte semejante pacto.
Desde el inicio de los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales en Siria, Moscú adoptó una política de no intervención en los asuntos internos del país. Condena todo tipo de violencia pero al mismo tiempo otorga al pueblo sirio el derecho a decidir su destino.
Además, Rusia está en contra del apoyo unilateral que reciben los rebeldes desde el extranjero, en concreto de países como Arabia Saudita, Turquía, EE.UU. y algunas potencias europeas. Uno de los problemas es que esto puede favorecer a los islamistas y terroristas de Al Qaeda, cada vez más presentes en la subversión siria.
Esa iniciativa de Arabia Saudita demuestra indirectamente que "los terroristas dentro de Siria están perdiendo", por lo que Riad "tiene que buscar alguna salida alternativa para no ver reducida su influencia" en el conflicto sirio y en la región en general, considera el analista internacional Fernando Bazán. Una de las opciones es "negociar de alguna manera con Rusia", concluye.
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