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Brzezinski: "EE.UU. necesita a Rusia y China para evitar que Oriente Medio estalle"
EE.UU. necesita a Rusia y China para tratar el conflicto sirio y evitar una 'explosión' en Oriente Medio, opina Zbigniew Brzezinski, uno de los ideólogos más destacados de la Guerra Fría y consejero de Seguridad Nacional del Presidente Jimmy Carter.
"Hasta cierto punto necesitamos a Rusia. Necesitamos a China. En cierto sentido, les necesitamos más que al Reino Unido y a Francia, las expotencias coloniales en la zona", comentó Brzezinski durante la conferencia que tuvo lugar la semana pasada en la Universidad Johns Hopkins, donde actualmente trabaja. La situación en Oriente Próximo es "un juego diferente ahora, uno en el que nadie puede sentirse preeminente y si las cosas explotan, es muy probable que sufran todos", argumentó.
"Las metástasis de la crisis siria son un desafío clave para la seguridad nacional de EE.UU.", advirtió, por su parte, Andrew J. Tabler, el investigador superior del Instituto Washington para Oriente Próximo, en su intervención a finales de noviembre ante el Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes. "Lo que está pasando en Siria no va a quedarse allí, es algo muy difícil de contener. El número de grupos extremistas que operan en las áreas controladas por los rebeldes crece drásticamente. Parece muy probable que Siria se desintegre en un número de 'espacios sin gobierno' desde donde los grupos que EE.UU. tacha de terroristas podrían lanzar operaciones no solo en Siria, sino alrededor de todo el mundo", insistió.
"Siria representa la más potente amenaza terrorista en Europa y EE.UU., el MI5 y Scotland Yard detectaron hace poco el primer caso de un envío especial de terroristas desde Siria para llevar a cabo atentados en Londres", escribe el diario británico 'The Independent'. La creciente amenaza terrorista de origen sirio para el mundo es uno de "los frutos aciagos" del apoyo occidental a los rebeldes sirios, opina el analista político Dmitri Minin.
Hoy en día solo el grupo radical Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL, por sus siglas en inglés), cuya táctica habitual es capturar rehenes, periodistas incluidos, cuenta con más de 22.000 militantes. Según Minin, la mayoría de los puestos claves en el pro occidental Ejército Sirio Libre (ELS) también los ocupan islamistas. A finales de noviembre una gran parte de las agrupaciones en las que se apoyaba el ELS anunció su fidelidad a los valores de la 'sharía' y se unió para formar el Frente Islámico compuesto por un total de entre 45.000 y 60.000 militantes.
Los países occidentales no tardaron en anunciar que el Frente Islámico es "una fuerza con la cual se puede dialogar" e incluso lanzaron unas negociaciones preliminares con él. Al ponerse en contacto con la agrupación, los diplomáticos occidentales esperan obstaculizar su posible alianza con las formaciones aún más extremistas como el ISIL o el Frente al Nusra, ambos vinculados con Al Qaeda. "Es muy poco probable que estas esperanzas lleguen a convertirse en realidad", acentúa Minin. El analista argumenta que los extremistas del Frente Islámico ya empezaron a tomar los almacenes de armas del Ejército Sirio Libre en las zonas fronterizas con Turquía y que fue precisamente este grupo el que secuestró a 12 monjas cristianas en Maalula.
"Debemos volver a negociar con el régimen de Al Assad. Por muy malo que sea Al Assad, no es tan malo como lo serán los yihadistas que asumirían el poder en caso de que él se marche", insiste Ryan C. Crocker, exembajador de EE.UU. en Afganistán e Irak, según recoge 'New York Times'.
"Las metástasis de la crisis siria son un desafío clave para la seguridad nacional de EE.UU.", advirtió, por su parte, Andrew J. Tabler, el investigador superior del Instituto Washington para Oriente Próximo, en su intervención a finales de noviembre ante el Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes. "Lo que está pasando en Siria no va a quedarse allí, es algo muy difícil de contener. El número de grupos extremistas que operan en las áreas controladas por los rebeldes crece drásticamente. Parece muy probable que Siria se desintegre en un número de 'espacios sin gobierno' desde donde los grupos que EE.UU. tacha de terroristas podrían lanzar operaciones no solo en Siria, sino alrededor de todo el mundo", insistió.
"Siria representa la más potente amenaza terrorista en Europa y EE.UU., el MI5 y Scotland Yard detectaron hace poco el primer caso de un envío especial de terroristas desde Siria para llevar a cabo atentados en Londres", escribe el diario británico 'The Independent'. La creciente amenaza terrorista de origen sirio para el mundo es uno de "los frutos aciagos" del apoyo occidental a los rebeldes sirios, opina el analista político Dmitri Minin.
Hoy en día solo el grupo radical Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL, por sus siglas en inglés), cuya táctica habitual es capturar rehenes, periodistas incluidos, cuenta con más de 22.000 militantes. Según Minin, la mayoría de los puestos claves en el pro occidental Ejército Sirio Libre (ELS) también los ocupan islamistas. A finales de noviembre una gran parte de las agrupaciones en las que se apoyaba el ELS anunció su fidelidad a los valores de la 'sharía' y se unió para formar el Frente Islámico compuesto por un total de entre 45.000 y 60.000 militantes.
Los países occidentales no tardaron en anunciar que el Frente Islámico es "una fuerza con la cual se puede dialogar" e incluso lanzaron unas negociaciones preliminares con él. Al ponerse en contacto con la agrupación, los diplomáticos occidentales esperan obstaculizar su posible alianza con las formaciones aún más extremistas como el ISIL o el Frente al Nusra, ambos vinculados con Al Qaeda. "Es muy poco probable que estas esperanzas lleguen a convertirse en realidad", acentúa Minin. El analista argumenta que los extremistas del Frente Islámico ya empezaron a tomar los almacenes de armas del Ejército Sirio Libre en las zonas fronterizas con Turquía y que fue precisamente este grupo el que secuestró a 12 monjas cristianas en Maalula.
"Debemos volver a negociar con el régimen de Al Assad. Por muy malo que sea Al Assad, no es tan malo como lo serán los yihadistas que asumirían el poder en caso de que él se marche", insiste Ryan C. Crocker, exembajador de EE.UU. en Afganistán e Irak, según recoge 'New York Times'.
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