'Ranking': Las divisas de América Latina, en alto riesgo de devaluación

Este mes el dólar estadounidense ha marcado un máximo histórico en una serie de países latinoamericanos, donde el curso cambiario registró un récord. El próximo aumento de tasas de interés en EE.UU., así como la caída del precio del petróleo y la disminución de la demanda de materias primas por parte de Pekín puede agravar la situación aún más, lo que puede llevar a una posible devaluación de las monedas nacionales.

En el contexto del caos que reina en los mercados internacionales en un intento de mejorar el curso cambiario los Gobiernos latinoamericanos pueden recurrir a una devaluación de las monedas nacionales, un escenario de acontecimientos que ya ha pasado con el yuan chino y el tenge kazajo. El récord de caída frente al dólar en lo que va de este año lo ha sufrido el real brasileño, que perdió el 31,7% de su valor, según los datos de 'Wall Street Journal'.

Le sigue el peso colombiano con la pérdida del 30,6%. Este viernes un dólar en Colombia se vendía a 3.104 pesos, un precio jamás visto. Cabe mencionar que en el período comprendido entre agosto del 2014 y agosto del 2015 la moneda colombiana hasta le 'ganó' a la brasileña, ya que en esta lista ocupa el primer lugar, con una depreciación del 36% frente al dólar, contra el 35% del real.

Mientras que la caída de los precios del petróleo ha afectado a México, donde en los primeros ocho meses la moneda perdió el 15,2% y en el último año el 19%, Chile está experimentando problemas debido a la reducción de la demanda de las materias primas por parte de China. El país latinoamericano exporta el 47% de su cobre a Pekín. La disminución del ritmo del desarrollo del gigante asiático ha influido de una manera muy negativa al coste de la divisa chilena, que desde enero perdió el 15,0% y esta semana marcó su precio mínimo en seis años.

En general, los países latinoamericanos que más sufrirán el alza del dólar serán especialmente los orientados a la exportación de materias primas. Además, la depreciación de las monedas nacionales provocará una subida significativa de los precios de los productos importados, incluidos los alimentos.