Revelan por qué el portaaviones de EE.UU. se desplaza hacia la Península de Corea
El portaviones USS Carl Vinson y su grupo de ataque, enviados a la Península coreana desde Singapur el domingo pasado, reforzarán la capacidad defensiva de Seúl contra las amenazas procedentes de Pionyang, afirmó el pasado lunes el portavoz del Ministerio de Defensa Nacional surcoreano, Moon Sang-kyun.
"El despliegue del portaviones y el grupo de ataque refleja la actitud seria de EE.UU. sobre la situación en la Península coreana", afirmó Sang-kyn desde Seúl, citado por TASS.
El vocero del Ministerio surcoreano señaló que la decisión de Washington tiene como objetivo la defensa contra las posibles "nuevas provocaciones estratégicas" de Corea del Norte, incluidas pruebas nucleares y lanzamientos de misiles balísticos. Sang-kyun sugirió que es posible que las provocaciones coincidan con el 105.º aniversario del nacimiento de Kim Il-song, que se celebrará el 15 de abril.
Sistema antimisiles 'multicapa'
El domingo 9 de abril EE.UU. decidió enviar el grupo de ataque del portaviones USS Carl Vinson, perteneciente a la Tercera Flota de la Armada de EE.UU., a aguas de la Península coreana, en medio del aumento de tensiones por los avances del programa de armamentos del Pionyang.
Se trata de la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que el mando de la Tercera Flota despliega un grupo naval de ataque al oeste de la línea internacional de cambio de fecha. El grupo de ataque de Carl Vinson incluye el destructor USS Michael Murphy y el USS Wayne E. Meyer clase Arleigh Burke, los cuales están dotados con el sistema antimisiles Aegis.
A comienzos del pasado mes de marzo, EE.UU. inició el despliegue del sistema antimisiles THAAD en Corea del Sur. La agencia Yonhap entonces informó citando a un funcionario militar que la instalación del sistema tardaría entre uno y dos meses. Junto con el Patriot, ya a disposición de Corea del Sur, el THAAD forma un sistema de defensa de capas múltiples que aumenta las posibilidades de intercepción exitosa.
La semana pasada, Pionyang ejecutó una prueba de lanzamiento con un misil no identificado que se desplazó 60 kilómetros hacia el mar de Japón. Esa actividad se sumó a varias pruebas llevadas a cabo este año, como la de marzo pasado en que tres misiles norcoreanos cayeron en la zona económica exclusiva nipona después de volar cerca de un millar de kilómetros.
En ese momento, el presidente estadounidense Donald Trump advirtió que adoptará acciones unilaterales para acabar con la amenaza nuclear de Corea del Norte si China no intensifica su presión contra su aliado.