Berlín, París, Washington y Londres han condenado el envenenamiento del ex doble agente ruso Serguéi Skripal como una "violación a la soberanía" de Reino Unido por parte de Rusia, y han exigido a Moscú desenmascarar su presunto programa de fabricación del agente neurotóxico Novichok.
"Hacemos un llamado a Rusia para que responda a todas las preguntas relacionadas con el ataque en Salisbury. En particular, Rusia debe presentar un informe completo sobre el programa Novichok en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ)", reza un comunicado de los líderes de las cuatro naciones.
Al respecto, Rusia no ha proporcionado la información exigida debido a que no ha obtenido ninguna muestra del agente neurotóxico con el que se atacó a Skripal. Moscú ha criticado vehementemente tales acusaciones en su contra debido a que Londres no ha revelado ningún dato concreto que sustente su posición.
"Sin la presentación de hechos concretos, tendrán que responder por un intento claro de inducir a error a la comunidad internacional", había aseverado el canciller Serguéi Lavrov respecto a las acusaciones prematuras e infundadas de Londres.
Lavrov afirmó que Rusia está plenamente dispuesta a cooperar con Reino Unido en este asunto, si Londres cumple con todos los procedimientos necesarios y provee acceso a los materiales de la investigación. Sin embargo, el canciller lamenta que Reino Unido ha interpuesto vagos pretextos para no cooperar.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha calificado las acusaciones contra su país como "locas" y ha recordado que Londres en ningún momento entregó ningún tipo de información del caso a la OPAQ, a pesar de que Moscú le solicitó que lo hiciera.
Adicionalmente, Rusia presentó un proyecto de declaración breve y fáctico al Consejo de Seguridad de la ONU en el que se instaba a todos los países interesados a "consultar y cooperar en la investigación" para construir un "mundo libre de armas químicas", pero Reino Unido bloqueó la propuesta. Tras la negativa de Londres, Moscú ha concluido que el Reino Unido "tiene algo que ocultar".
- El 4 de marzo, el exagente doble de inteligencia Serguéi Skripal y su hija Yulia fueron envenenados con un agente nervioso en la ciudad británica de Salisbury.
- El 12 de marzo, Theresa May afirmó, sin presentar pruebas al respecto, que era "muy probable que Rusia fuera responsable" del envenenamiento.
- La primera ministra dio a Moscú un ultimátum de 36 horas exigiendo explicaciones. Rusia ha insistido en que no tiene nada que ver con el caso Skripal y ha tachado las acusaciones en su contra de "absolutamente inaceptables" e "infundadas".
- El 14 de marzo, May calificó a Rusia como "culpable" del incidente y anunció medidas en contra del país, incluida la expulsión de 23 diplomáticos.
- Según la primera ministra, se utilizó "un agente neurotóxico de uso militar producido en Rusia" llamado Novichok. Sin embargo, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseveró que hay razones para creer que el propio Reino Unido tiene la fórmula química de ese agente, que pudo haber sido producido en suelo británico.