Este 26 de febrero, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha llegado a la capital vietnamita, Hanói, donde este miércoles y jueves celebrará su segunda cumbre con el presidente de EE.UU., Donald Trump. Según anunció la Casa Blanca, para la noche de la primera jornada están programados un breve encuentro-saludo y una cena, y al día siguiente continuarán las negociaciones. ¿Qué se espera de esta segunda reunión?
La desnuclearización completa de Corea del Norte
En el marco de la segunda cumbre Trump–Kim se espera que los principales asuntos a tratar sean la desnuclearización completa de la península coreana y el levantamiento de las sanciones contra Pionyang.
Este lunes, el presidente estadounidense planteó la posibilidad de que el Estado norcoreano pueda obtener beneficios económicos si trabaja junto con Washington en el proceso de la desnuclearización de su territorio. Antes de que el avión de Trump despegara rumbo a Hanói desde la Base de la Fuerza Aérea de Andrews (Maryland, EE.UU.), el mandatario publicó una serie de tuits, calificando la cumbre con Kim de "muy importante".
Además, estimó en su cuenta personal de Twitter que tras la desnuclearización completa Corea del Norte "se convertirá rápidamente en una potencia económica". Asimismo, el presidente de EE.UU. afirmó que "no tiene prisa" en lo relativo al proceso de desnuclearización, siempre y cuando no se hagan pruebas de armas de este tipo.
Levantamiento de las sanciones económicas
Por su parte, el líder norcoreano pide poner fin a las sanciones económicas internacionales impuestas contra su país. A finales del año 2017, la ONU aprobó la resolución, redactada por EE.UU., que incluye la repatriación de ciudadanos norcoreanos que trabajen en el exterior, así como el bloqueo de casi el 90% de las exportaciones de productos refinados de petróleo destinados a Corea del Norte.
Además, EE.UU. tiene su propio paquete de medidas restrictivas en relación a Pionyang, que en junio del 2018 fue prolongado por Trump por un año debido a la existencia de "la emergencia nacional" y de acuerdo con la Orden Ejecutiva 13466, introducida por primera vez en el 2008, después de lo cual fue ampliada en los años 2010, 2011, 2015, 2015 y 2017.
A pesar de que Trump no excluye el levantamiento de las sanciones contra Corea del Norte, la política oficial de EE.UU. consiste en que las sanciones se levantarán solo después de una desnuclearización "completa, verificable e irreversible".
El camino hacia la desnuclearización pareció haberse allanado durante la primera cumbre Trump-Kim, que tuvo lugar en Singapur el pasado junio, calificada de "histórica". No obstante, ya después del evento, en noviembre pasado, Pionyang advirtió que podría reactivar su programa de desarrollo del arsenal nuclear si Estados Unidos no levanta estas medidas restrictivas.
Así, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte aseveró que podría volver a la llamada política de 'pyongjin', según la cual el país persigue simultáneamente el desarrollo económico y nuclear.
¿Otros objetivos?
Nile Bowie, analista político y corresponsal de Asia Times, ha dicho a RT que el objetivo principal de Trump en la cumbre con Kim será cerrar un "acuerdo histórico" con Pionyang y usarlo "antes de las elecciones de 2020 como una muestra de su destreza para hacer acuerdos".
Por su parte, el especialista en Asia, Tim Beal, ha opinado que Trump necesita que la cumbre en Hanói sea un éxito no tanto porque le preocupe la desnuclearización de la península de Corea en sí, sino porque le gustaría mucho "acumular una victoria para su administración", sobre todo en vísperas de las presidenciales.
Otros analistas creen que la política de actual presidente de EE.UU. hacia Corea del Norte no está impulsada por una esperanza genuina de paz, sino por el deseo de Trump de dejar un legado que eclipsaría al de su predecesor, Barack Obama.
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