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Medvédev a RT: "No hubo una guerra entre Rusia y Georgia, sino imposición de la paz"
El 8 de agosto se cumplen cinco años del conflicto desatado por Georgia en Osetia del Sur y de la operación rusa de imposición de la paz. En una entrevista exclusiva con RT Dmitri Medvédev, entonces presidente del país, recuerda aquellos días.
La noche del 8 de agosto de 2008 las tropas georgianas atacaron la república georgiana de Osetia del Sur, dejando en ruinas una parte de su capital, Tsjinvali. En su intento por defender a los habitantes de la república, Rusia envió sus unidades a Osetia del Sur y, tras varios días de combate, expulsó a las tropas georgianas de la república. El 26 de agosto de 2008 Rusia reconoció la independencia de Osetia del Sur y de Abjasia, otra ex república georgiana.
"Voy a recordar cómo evaluamos lo que pasó. No fue una guerra entre Georgia y Rusia. Fue un conflicto entre Georgia y Osetia del Sur en el que tuvimos que intervenir a fin de forzar a Georgia que detuviera la destrucción de hecho, de personas a las que consideraban sus ciudadanos, y que, al mismo tiempo, fueron en gran medida ciudadanos de Rusia", argumentó Medvédev.
"No fue una guerra entre los estados, y sobre todo, no una guerra entre el pueblo ruso y el pueblo georgiano. Fue una operación de imposición de la paz", destacó, agregando que Rusia nunca tuvo intenciones de derrocar al líder de estado.
Sobre la figura del presidente georgiano Mijail Saakashvili, que ordenó atacar Tsjinvali la madrugada del 8 de agosto de 2008, Médvedev se muestra rotundo: "Ya sabe, tengo una mala opinión sobre los talentos militares y diplomáticos de Saakashvili. [...] Es una situación complicada. Creo que, principalmente, se orientaba a la variante de la no injerencia rusa en el conflicto, una rápida entrada en Tsjinvali, la captura de los principales edificios, restauración, en la percepción del Gobierno de Georgia, del orden constitucional y la intercesión de EE.UU. y otros países", comentó el primer ministro.
"Todavía teníamos la esperanza [antes del ataque georgiano contra Osetia del Sur] de que las autoridades georgianas conseguirán cohesionar el Estado fallido. Pero, por desgracia, y lo que es un delito de Saakashvili ante los futuros pueblos y futuras generaciones del pueblo georgiano, lo que hizo, de hecho, fue poner un clavo en el ataúd del Estado en su condición anterior. Enterró con sus propias manos estas esperanzas. Y esto, por supuesto, es lo más triste", explicó.
"Y ahora, después de las investigaciones de diversas comisiones, como la Comisión Tagliavini, después de un análisis realizado por nuestros organismos de investigación, nuestra fiscalía militar, varios analistas, todos admiten lo que realmente ocurrió", indicó.
"Creo que en situaciones como estas es donde se demuestran las verdaderas intenciones del Estado. Desde el principio no perseguimos el objetivo de un cambio de régimen, a pesar del hecho de que el señor Saakashvili, por razones obvias, para mí y para mis colegas no es una persona a la que dar la mano. Yo lo considero un criminal de guerra. Sin embargo, creíamos y creemos que la gente debe arreglar los asuntos conectados con sus gobernantes", especificó Medvédev.
La prioridad de Rusia era salvar vidas
Dmitri Medvédev señaló que, si bien para Rusia era importante la reacción de la comunidad internacional, la CEI y otras asociaciones de integración, lo más esencial fue salvar vidas.
"Si hablamos de una manera seria, para nosotros, por supuesto, para nuestro país y para mí personalmente como presidente era importante la reacción de nuestros socios en la comunidad internacional. La reacción de nuestros socios de la CEI, en las otras asociaciones de integración. Pero no era lo más importante. Lo más importante era proteger los intereses de Rusia y la vida y la salud de nuestros ciudadanos. En realidad, yo pensaba en la reacción internacional como un factor secundario o terciario. Lo pensé, por supuesto, no voy a negarlo, pero eso no era lo principal", explicó.
"Solo una persona no inteligente puede querer guerra. Lo digo con absoluta seguridad. Quienquiera que sea. La guerra es un desastre terrible. Y, como usted ha dicho con razón, nuestro país sabe lo que es", dijo.
"Puede que en algunos países se perciba de manera más a la ligera, sobre todo aquellos que lucharon en territorio extranjero o no participaron en guerras en absoluto", dijo Medvédev.
"Pero, por supuesto, existe el dicho popular de que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Desafortunadamente, este es un patrón bastante común de comportamiento. Pero le puedo decir con toda franqueza, que mi experiencia política, que no se mide en décadas, aunque yo creo que es bastante decente -he estado en variadas situaciones y he tomado distintas decisiones-, me ha demostrado que nunca puede salir nada bueno de eso", subrayó.
"La humanidad ha tenido la fuerza y la voluntad para juzgar a los criminales nazis en Nuremberg. Hay otros ejemplos de aplicación moderna de ese tribunal. Todo depende de la posición común de los países. Aquí no funcionó. Bueno, el veredicto final será dictado por la historia y la sentencia política, como yo lo veo, ante las decisiones que tomó Saakashvili, ya la ha dictado el pueblo de Georgia. Porque, a pesar de lo sucedido, su fuerza política se ha derrumbado", dijo.
Según Medvédev, “una gran parte de la prensa internacional realizaba su postura propagandística al unísono que sus ministerios de Relaciones Exteriores, que actuaron, bueno, de hecho, como aliados dentro de una alianza político-militar".
"La tarea de los medios de comunicación consiste en proporcionar una información precisa, objetiva, si es posible, acerca de lo que está pasando. Hacerlo con honestidad. Y, por cierto, la gran mayoría de sus colegas, en general, tratan de actuar así. Pero no todos, y en este sentido estoy de acuerdo, aguantaron la prueba de resistencia en aquel entonces", destacó.
"Todos saben lo que pasaba y lo que está pasando. En Irak todo está muy inestable. Cada día decenas de personas mueren allí […]. Libia, de hecho, está desgarrada por la guerra, y en la actualidad hay algunas áreas específicas que no son controladas totalmente desde la capital, lo que ya preveíamos. Y eso sin mencionar el destino de Gaddafi que fue terrible", dijo Medvédev, precisando que lo ocurrido "es una mancha más en la conciencia de las personas que tomaron la decisión de iniciar una operación militar".
Sobre Siria Medvédev reiteró que, de hecho, el país está inmerso en una guerra civil, pero que “una intervención activa en los asuntos internos podría generar allí los mismos problemas”, generalizando la inestabilidad y haciendo que el país se encuentre "en estado de guerra civil permanente".
Según el primer ministro ruso, Occidente "se comporta como un elefante en una cacharrería", ya que –sostiene- "se meten, destruyen todo en el interior y luego no saben qué hacer con todo eso". Medvédev dice sentirse "sorprendido" por los analistas occidentales y la falta de acuerdo en los proyectos que promueven, así como por los resultados posteriores. “Para decirlo sin rodeos: ¿Qué trajo de bueno la 'Primavera Árabe' para el mundo árabe? ¿Libertad? Sólo en parte. En un número significativo de estos estados lo que hay son interminables enfrentamientos sangrientos, cambio de régimen, revueltas sin fin".
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Entrevista con Dmitri Medvédev, presidente de Rusia (2008-2012)
"Voy a recordar cómo evaluamos lo que pasó. No fue una guerra entre Georgia y Rusia. Fue un conflicto entre Georgia y Osetia del Sur en el que tuvimos que intervenir a fin de forzar a Georgia que detuviera la destrucción de hecho, de personas a las que consideraban sus ciudadanos, y que, al mismo tiempo, fueron en gran medida ciudadanos de Rusia", argumentó Medvédev.
"No fue una guerra entre los estados, y sobre todo, no una guerra entre el pueblo ruso y el pueblo georgiano. Fue una operación de imposición de la paz", destacó, agregando que Rusia nunca tuvo intenciones de derrocar al líder de estado.
Sobre la figura del presidente georgiano Mijail Saakashvili, que ordenó atacar Tsjinvali la madrugada del 8 de agosto de 2008, Médvedev se muestra rotundo: "Ya sabe, tengo una mala opinión sobre los talentos militares y diplomáticos de Saakashvili. [...] Es una situación complicada. Creo que, principalmente, se orientaba a la variante de la no injerencia rusa en el conflicto, una rápida entrada en Tsjinvali, la captura de los principales edificios, restauración, en la percepción del Gobierno de Georgia, del orden constitucional y la intercesión de EE.UU. y otros países", comentó el primer ministro.
"Todavía teníamos la esperanza [antes del ataque georgiano contra Osetia del Sur] de que las autoridades georgianas conseguirán cohesionar el Estado fallido. Pero, por desgracia, y lo que es un delito de Saakashvili ante los futuros pueblos y futuras generaciones del pueblo georgiano, lo que hizo, de hecho, fue poner un clavo en el ataúd del Estado en su condición anterior. Enterró con sus propias manos estas esperanzas. Y esto, por supuesto, es lo más triste", explicó.
Saakashvili es un criminal de guerra
"Voy a recordar que Rusia no ha roto las relaciones diplomáticas con Georgia. Estamos listos para restablecerlas bajo determinadas condiciones. Y estas son simples: sencillamente reconocer lo que pasó. Tal vez esto vaya a pasar de manera más delicada, difícil. Pero estoy seguro de que no habrá vuelta atrás. Y este capítulo, el más triste de nuestras relaciones en los últimos años, ya está cerrado y se irá con la desaparición de la escena política de Saakashvili y algunas otras personas involucradas en la toma de esta decisión criminal", destacó Medvédev."Y ahora, después de las investigaciones de diversas comisiones, como la Comisión Tagliavini, después de un análisis realizado por nuestros organismos de investigación, nuestra fiscalía militar, varios analistas, todos admiten lo que realmente ocurrió", indicó.
"Creo que en situaciones como estas es donde se demuestran las verdaderas intenciones del Estado. Desde el principio no perseguimos el objetivo de un cambio de régimen, a pesar del hecho de que el señor Saakashvili, por razones obvias, para mí y para mis colegas no es una persona a la que dar la mano. Yo lo considero un criminal de guerra. Sin embargo, creíamos y creemos que la gente debe arreglar los asuntos conectados con sus gobernantes", especificó Medvédev.
EE.UU. entiende que no se debe entrar en conflicto con Rusia
A la pregunta de por qué EE.UU. no fue más lejos con su apoyo a Georgia, Medvédev dijo que cualquier presidente de EE.UU. entiende que no se debe estar en conflicto con Rusia. "Hubo cabezas exaltadas, por todos conocidas, pero creo que había también razonamientos acerca de que esto podría dar lugar a un conflicto muy serio que nadie necesitaba. Por lo tanto, como usted ha dicho con razón, Estados Unidos tomó una posición dual que fue, probablemente, la mayor decepción para parte de los hombres sabios de Georgia", resaltó.
La prioridad de Rusia era salvar vidas
Dmitri Medvédev señaló que, si bien para Rusia era importante la reacción de la comunidad internacional, la CEI y otras asociaciones de integración, lo más esencial fue salvar vidas.
"Si hablamos de una manera seria, para nosotros, por supuesto, para nuestro país y para mí personalmente como presidente era importante la reacción de nuestros socios en la comunidad internacional. La reacción de nuestros socios de la CEI, en las otras asociaciones de integración. Pero no era lo más importante. Lo más importante era proteger los intereses de Rusia y la vida y la salud de nuestros ciudadanos. En realidad, yo pensaba en la reacción internacional como un factor secundario o terciario. Lo pensé, por supuesto, no voy a negarlo, pero eso no era lo principal", explicó.
"Solo una persona no inteligente puede querer guerra. Lo digo con absoluta seguridad. Quienquiera que sea. La guerra es un desastre terrible. Y, como usted ha dicho con razón, nuestro país sabe lo que es", dijo.
"Puede que en algunos países se perciba de manera más a la ligera, sobre todo aquellos que lucharon en territorio extranjero o no participaron en guerras en absoluto", dijo Medvédev.
"Pero, por supuesto, existe el dicho popular de que la guerra es la continuación de la política por otros medios. Desafortunadamente, este es un patrón bastante común de comportamiento. Pero le puedo decir con toda franqueza, que mi experiencia política, que no se mide en décadas, aunque yo creo que es bastante decente -he estado en variadas situaciones y he tomado distintas decisiones-, me ha demostrado que nunca puede salir nada bueno de eso", subrayó.
"La humanidad ha tenido la fuerza y la voluntad para juzgar a los criminales nazis en Nuremberg. Hay otros ejemplos de aplicación moderna de ese tribunal. Todo depende de la posición común de los países. Aquí no funcionó. Bueno, el veredicto final será dictado por la historia y la sentencia política, como yo lo veo, ante las decisiones que tomó Saakashvili, ya la ha dictado el pueblo de Georgia. Porque, a pesar de lo sucedido, su fuerza política se ha derrumbado", dijo.
La parcialidad de los medios occidentales
En relación a las lecciones que Rusia ha aprendido de la guerra informativa, Medvédev destacó la parcialidad de algunos medios y su postura propagandística "dirigida contra nuestro país, contra aquellas evaluaciones que dábamos".Según Medvédev, “una gran parte de la prensa internacional realizaba su postura propagandística al unísono que sus ministerios de Relaciones Exteriores, que actuaron, bueno, de hecho, como aliados dentro de una alianza político-militar".
"La tarea de los medios de comunicación consiste en proporcionar una información precisa, objetiva, si es posible, acerca de lo que está pasando. Hacerlo con honestidad. Y, por cierto, la gran mayoría de sus colegas, en general, tratan de actuar así. Pero no todos, y en este sentido estoy de acuerdo, aguantaron la prueba de resistencia en aquel entonces", destacó.
Occidente, "un elefante en una cacharrería" en Irak y Libia
A la hora de analizar la situación en Libia e Irak Dmitri Medvédev recordó que lo que ocurrió allí fue, de hecho, un violento desmantelamiento del sistema político de un país extranjero, la injerencia flagrante en sus asuntos internos y la llegada al poder de un régimen político favorable."Todos saben lo que pasaba y lo que está pasando. En Irak todo está muy inestable. Cada día decenas de personas mueren allí […]. Libia, de hecho, está desgarrada por la guerra, y en la actualidad hay algunas áreas específicas que no son controladas totalmente desde la capital, lo que ya preveíamos. Y eso sin mencionar el destino de Gaddafi que fue terrible", dijo Medvédev, precisando que lo ocurrido "es una mancha más en la conciencia de las personas que tomaron la decisión de iniciar una operación militar".
Sobre Siria Medvédev reiteró que, de hecho, el país está inmerso en una guerra civil, pero que “una intervención activa en los asuntos internos podría generar allí los mismos problemas”, generalizando la inestabilidad y haciendo que el país se encuentre "en estado de guerra civil permanente".
Según el primer ministro ruso, Occidente "se comporta como un elefante en una cacharrería", ya que –sostiene- "se meten, destruyen todo en el interior y luego no saben qué hacer con todo eso". Medvédev dice sentirse "sorprendido" por los analistas occidentales y la falta de acuerdo en los proyectos que promueven, así como por los resultados posteriores. “Para decirlo sin rodeos: ¿Qué trajo de bueno la 'Primavera Árabe' para el mundo árabe? ¿Libertad? Sólo en parte. En un número significativo de estos estados lo que hay son interminables enfrentamientos sangrientos, cambio de régimen, revueltas sin fin".
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