Rusia adoptará medidas técnico-militares si no hay un trato justo con EE. UU.
Si Rusia y Estados Unidos no encuentran un equilibrio de intereses en el tema del sistema de defensa antimisiles en Europa, Moscú tendrá que responder con medidas técnico-militares. Así lo ha declarado el representante de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, quien en una entrevista con RT también comentó el problema de los crímenes supuestamente cometidos por la alianza internacional en la guerra libia.
Un compromiso justo
El compromiso que busca Rusia con EE. UU. debe basarse en un equilibrio de intereses, asegura Rogozin. Pero si “se trata de que Moscú debería aceptar con resignación las condiciones de Washington incluso aquellos que reducir a la nada nuestro potencial nuclear estratégico, este compromiso es inaceptable”. Tampoco Rusia va a “rendir las posiciones en lo que toca a su seguridad”.
Por eso, “no permitiremos que EE. UU. instale elementos del sistema de defensa antimisiles en los mares nórdicos de Europa, donde sólo potencialmente hay fuerzas de Rusia”, asegura Rogozin y explica que el escudo tendría sentido solo “en el sur de Europa donde podría existir una amenaza real”.
Anteriormente, EE. UU. había anunciado que es posible el emplazamiento de barcos militares estadounidenses en los llamados mares nórdicos (Mar del Norte, Báltico, Barents).
“Si no llegamos a un acuerdo, lo compensaremos con nuestra respuesta técnico-militar”, agregó el diplomático sin precisar los pasos concretos ya que son de competencia del jefe del estado ruso, Dmitri Medvédev.
Bombas 'de papel' en Libia
Los países de la coalición internacional “hacen cuentas de los vuelos de combate y bombardeos ‘exitosos’ en Libia”, pero consideran que “sus bombas lanzadas sobre el país árabe eran ‘de papel’ y afectaron solo al ‘malo’, al ex líder del país, coronel Muammar Gaddafi”, dijo Rogozin.
Pero Rusia exhorta a crear “órganos especiales de justicia internacional” para investigar los crímenes de guerra y lesa humanidad que podrían haber cometido todos los actores del conflicto.
La intervención militar de las fuerzas aéreas de Estados Unidos, Francia y sus aliados fue prácticamente estipulada por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que establecía la zona de exclusión aérea en Libia debido a los ataques lanzados por Gaddafi contra los opositores a su régimen.
Sin embargo, durante la operación militar de siete meses encabezada por la OTAN, murieron muchos civiles libios en los bombardeos de la alianza. “Negarlo sería una mentica mayor que la de Goebbels”.
Por eso, Rogozin considera que “los crímenes de la guerra libia deben ser revelados, aunque eso no les agrade a algunos políticos”. El encubrimiento de estos delitos es posible en Occidente porque no hubo intervención terrestre ni bajas entre los soldados de la coalición. Sin embargo, “la verdad debe ser revelada” y “los que tomaron decisiones criminales tendrán que responder por ellas”.