Equilibrismo de Grecia al borde del abismo: Tsipras y Putin se ven en un momento clave
El presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se reunirán este viernes en San Petersburgo en el marco del Foro Económico Internacional que se celebra en la antigua capital rusa.
Se prevé que Tsipras y Putin discutan el proyecto del gasoducto Turkish Stream y la realización de los acuerdos alcanzados durante la última visita del primer ministro griego a Moscú del pasado 8 de abril. También los ministros de energía de ambos países han firmado un memorándum sobre el mencionado proyecto Turkish Stream.
El temor llevó a los griegos a sacar 2.000 millones de euros en efectivo de sus cuentas bancarias en tres días
Asimismo, ambos mandatarios abordarán el tema de la complicada situación económica que vive Grecia. Se espera que Tsipras informe a Putin sobre los altibajos en sus relaciones con la UE, en general, y con Alemania, en particular, según reveló este jueves el asesor del presidente ruso, Yuri Ushakov.
El economista Félix Moreno opina que, a pesar de que la colaboración entre Moscú y Atenas pueda considerarse como una vía de escape para el país heleno supondría también el rechazo a su deuda y el cierre del grifo del crédito de sus socios europeos.
Al borde del abismo
En vísperas de la visita de Tsipras a Rusia, la relación entre Grecia y los organismos internacionales, a quienes este país debe miles de millones de euros, ha vuelto a complicarse. Hasta el próximo 30 de junio Grecia tiene que pagar al Fondo Monetario Internacional (FMI) 1.600 millones de euros, una pequeña parte de los 26.600 millones que debe saldar en total hasta finales del año en curso, si bien asegura que no podrá hacerlo si no recibe ayuda de los organismos internacionales. Dichos organismos, por su parte, rechazan facilitar esta ayuda a Grecia si Atenas no aplica las reformas que ellos exigen.
El miércoles el Banco Central de Grecia advirtió que Grecia podría abandonar la eurozona y la UE si no alcanza un acuerdo con los acreedores. El jueves la directora del FMI, Christine Lagarde, advirtió que si Grecia no paga su deuda, a partir del 1 de julio entrará en 'default'. Asimismo, agregó que no habrá ningún período de gracia o de demora de dos meses. El temor al 'default' y la salida de Grecia de la zona euro llevó a los griegos a sacar 2.000 millones de euros en efectivo de sus cuentas bancarias entre el lunes y el martes.
Horas después fracasaba la reunión en Luxemburgo de los ministros de finanzas de los países de la zona euro, que escucharon las nuevas propuestas de Grecia. El Eurogrupo rechazó el memorándum entregado por el ministro de finanzas griego, Yanis Varufakis, sobre el manejo de la deuda, y la cuestión quedó abierta. Ese mismo día los líderes de los países de la zona de Euro convocaron una nueva reunión de emergencia "al más alto nivel político" que tendrá lugar el lunes en Bruselas.
¿Qué quieren los acreedores?
En el transcurso de este verano, Grecia tiene que saldar más de casi 16.000 millones de euros de su deuda contraída con el FMI, el Banco Central Europeo y otros acreedores a corto plazo, pero carece de los recursos para hacerlo. Los acreedores internacionales están dispuestos a ablandar su posición y a entregar a Grecia los restantes 7.200 millones de euros que congeló en el marco del programa de rescate, pero solo en el caso de que Grecia siga adelante con la política de austeridad.
Tsipras acusa a los acreedores internacionales de intentar humillar no solamente al Gobierno de Grecia, sino a todos los griegos.
Lo primero que exigen de Grecia es que reduzca en un 1% sus gastos en pensiones, que ahora absorben el 16% de su PIB. Otra exigencia pasa por que aumente los impuestos sobre el valor añadido (IVA). Asimimso, quieren que Grecia alcance el objetivo de superávit presupuestario del 1% del PIB en 2015, del 2% en 2016 y del 3,5% en 2018.
En su comparecencia este jueves ante el Parlamento de su país, la canciller alemana, Ángela Merkel, dijo que el acuerdo aún es posible, aunque -precisó- se necesita "voluntad" política de parte de Grecia.
¿Qué quiere Grecia?
El ministro de finanzas griego aseguró que en la reunión con sus homólogos de la UE del pasado jueves hizo una "propuesta integral" que, sin embargo, fue rechazada por un desacuerdo sobre el gasto de tan solo el 0,5% del PIB. Mientras tanto, Tsipras sigue insistiendo en que las reformas que imponen los acreedores empeorarán aún más la situación en la que viven los sectores más vulnerables y que agravarán la crisis económica en el país, que padece una tasa de paro del 25%, y donde la mitad de los jóvenes no tienen empleo.
El martes Tsipras llegó a acusar a los acreedores internacionales de intentar "humillar no solamente al Gobierno de Grecia", que -dijo- "sería lo de menos", sino "a todos los griegos", según Reuters. En este sentido, Tsipras denuncia la presión a la que se ve sometida Grecia por parte de los acreedores internacionales obligan al país a hacer recortes de pensiones y aumentar los impuestos.
Rusia no puede ser de gran ayuda para Grecia desde el punto de vista financiero.
Según Tsipras, Grecia redujo en un 50% sus gastos sociales y de pensiones entre 2010 y 2014, lo que hace imposible reducirlos aún más, teniendo en cuenta que en muchos domicilios las pensiones son la única fuente de ingresos y hasta dos terceras partes de los que reciben pensiones viven en condiciones de pobreza. Además, Grecia rechaza rotundamente aumentar el IVA en los medicamentos y la electricidad.
Cabe destacar que la situación dada afecta no solo a Grecia, sino a Europa en general, ya que tanto las acciones europeas como griegas alcanzan sus mínimos en los mercados.
El diálogo ruso-griego
Así las cosas, Rusia no puede ser de gran ayuda para Grecia desde el punto de vista financiero. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, destacó que la reunión entre Tsipras y Putin de este viernes tendrá carácter de encuentro y no de negociación.
Además, el viceprimer ministro de finanzas de Rusia, Serguéi Storchak, confirmó este jueves a la agencia Reuters que Grecia no había pedido a Rusia ayuda financiera. Tsipras llegará a San Petersburgo para hablar de proyectos conjuntos y no para pedir dinero en efectivo, dijo, agregando que el presupuesto de Rusia no dispone de recursos para ayudar.
"Es necesario entender cómo nuestros pueblos y países pueden cooperar en muchas áreas, tanto en la economía, la energía y el comercio, como en la agricultura, para ver cómo podemos ayudarnos", afirmó Tsipras durante su visita a Moscú.
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En 2014 el comercio bilateral entre Rusia y Grecia se contrajo en un 40%, y ambos países coinciden en que resulta indispensable recuperarlo. En su momento Rusia fue el primer socio comercial de Grecia y el Gobierno ruso reveló en abril que preparaba medidas encaminadas a suavizar su embargo a los productos agrícolas griegos. Grecia, junto con otros países occidentales, fue sancionada por Rusia en agosto del año pasado, en respuesta a las sanciones impuestas por la UE al país a raíz de la crisis de Ucrania.
El segundo, aunque tal vez más importante proyecto, es el gasoducto Turkish Stream, que, de ser acordado, permitiría a Grecia convertirse en "un importante centro de distribución de energía", recalcó Putin en abril.
En el marco del Foro Económico de San Petersburgo esta semana se han reunido también el titular del Ministerio de Industria y de Comercio ruso, Denís Manturov, y el ministro de Economía, Infraestructura, Transportaciones y Turismo griego, Giorgos Stathakis. Ambos países están dispuestos a "realizar todo tipo proyectos conjuntos de inversión y cooperación", incluyendo proyectos industriales, dijo Manturov tras el encuentro.