Cómo Corea del Norte "desata el caos en Asia" para provocar a Trump
El asesinato en Malasia del medio hermano del líder norcoreano, el lanzamiento esta semana de varios misiles por Pionyang, o la tensión por el despliegue del sistema antimisiles THAAD estadounidense en Corea del Sur son algunos ejemplos que ilustran cómo Corea del Norte está "agitando las tensiones en la región" en su intento por provocar una reacción del presidente de EE.UU., Donald Trump, sostiene el analista David Tweed en un artículo para Bloomberg.
Según este experto, Corea del Norte "desata el caos en Asia", y la pregunta para Trump, su homólogo chino, Xi Jinping y otros líderes es la de cómo responder a estas provocaciones, dado que las sanciones, la persuasión y la presión militar no han logrado detener al líder norcoreano.
Provocaciones tras una "calma relativa"
Tweed recuerda que las provocaciones de Pionyang se han reanudado después de "una calma relativa": el país dejó de disparar misiles en los últimos dos meses del año después de lanzar al menos 24 proyectiles y detonar dos dispositivos nucleares.
- Este lunes Corea del Norte lanzó varios misiles en dirección al mar del Japón desde las afueras de la localidad de Dongchang-ri, en la provincia de Piongan del Norte. Las autoridades norcoreanas confirmaron que el lanzamiento fue parte de un entrenamiento que tenía por objetivo las bases de EE.UU. en Japón.
- Un día después, Pionyang prohibió a los ciudadanos malayos salir del país, lo que llevó a Malasia a afirmar que Pionyang está manteniendo a sus ciudadanos como rehenes y a responder con una medida similar. El incidente se produjo en medio de la escalada de tensión por el asesinato en Malasia de Kim Jong-nam, medio hermano del líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
- Este martes Trump prometió que las provocaciones de Kim tendrán "consecuencias muy graves" y reiteró su apoyo a Japón y Corea del Sur.
- Entretanto, Washington anunció que había comenzado a desplegar su escudo de defensa antimisiles THAAD en Corea del Sur, un movimiento que ha irritado a China, que advirtió de que tomará "medidas necesarias" para proteger sus "intereses de seguridad" y aseveró que la responsabilidad por las consecuencias que el despliegue pueda tener las sufrirán EE.UU. y Seúl.
La política de Trump
Aunque Donald Trump señaló inicialmente que estaría abierto a mantener conversaciones con Pionyang, más tarde indicó que podría seguir los pasos de Barack Obama e insistir en que Corea del Norte abandone su programa nuclear antes de abordar cualquier negociación.
Sin embargo, el autor del artículo asegura que las apuestas para Trump son potencialmente más altas que para Obama debido al progreso de Pionyang en el desarrollo de un misil intercontinental capaz de alcanzar a EE.UU. con una ojiva nuclear.
El objetivo de Kim
Según los analistas consultados por Bloomberg, los recientes acontecimientos serían parte de una estrategia del líder norcoreano para "tratar de obligar a Trump a hacer concesiones".
Así, John Delury, profesor asociado de estudios chinos en la Universidad Yonsei de Seúl, opina que Corea del Norte decidió que "portarse bien" no tiene sentido y que "no va a hacer ninguna distinción respecto a EE.UU.".
"Creo que sí quieren una negociación", señala este experto, que concluye que Pionyang "sabe que hay una revisión de la política norcoreana en Washington" y "esta es una manera de hacer una contribución a la discusión".