Opinión
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Ricardo García-Lillo Morales
Españolito de a pie transitando por la actualidad más crítica
Lo de la reportera húngara nos ha escandalizado a casi todos; hay quien dice, y esto es real, que solo era una patriota ayudando a la policía. Mongolos aparte, es lógico que nos horrorice ver a semejante despojo humano demostrando su barbarie.
El cinismo ni tiene límites ni parece necesitarlos. En vista del enorme apoyo popular a la concesión de asilo a los refugiados e inmigrantes provenientes de Siria y de los demás países de la fallida Primavera Árabe, surge la política del miedo.
¿Por qué mantenemos aún a este señor y a su extensísima familia ahí viviendo de la sopa boba?
El miedo es la peor cárcel, más aún si es tu pareja quien te lo infunde con su enfermiza obsesión por ti.
Grecia sufre la opresión de los avaros usureros de la Troika que jamás permitirían la sublevación de sus esclavos. ¿Y que ha hecho el Ejecutivo español al respecto en todo este proceso?
España es un país de tradición chapucera, nos encanta la ley del mínimo esfuerzo; ¿para qué vamos a buscar solución a un problema si podemos controlar los síntomas? Pues bien, en política este 'culto a la chapuza' es casi de obligado cumplimiento, especialmente si sabes que buscando la raíz del problema vas a encontrarte frente a un espejo.