Un terremoto de magnitud 7,8 en la escala abierta de Richter azotó el norte de la región costera de Ecuador el 16 de abril, llevándose las vidas de decenas de personas y causando múltiples daños materiales que aún se están evaluando. A este terremoto devastador le siguió una serie de fuertes réplicas. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, decretó el estado de excepción y proclamó la movilización nacional ante la situación de emergencia.














